lunes, 14 de junio de 2010
Formar, luchar, crear.
14:27 | 
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Desde Torremolinos Antifascista, hemos realizado este artículo orientativo a nivel de activismo de colectivos de barrio. La referencia la hemos tomado con nuestro propio camino. Nuestra forma de entender el movimiento antifascista en la actualidad y las diversas formas de lucha esenciales.
Como no podría ser de otra forma el documento está abierto a debate o aportaciones de diferentes tipos.
1.FORMACIÓN
La formación política es uno de los pilares clave dentro del movimiento revolucionario. Leer, analizar, informarse, ver documentales, películas y un largo etcétera hace que seamos personas más completas, más cultas y menos vulnerables de cara a la sociedad.
A parte de saber a que nos mostramos contrarios, hemos de tener claras cuáles son nuestras propuestas.
Analizar la historia de manera crítica, comprender la situación actual en la vivimos y proyectar un método de lucha eficaz para cambiar el futuro. Tener en cuenta los diferentes contextos políticos, sociales y económicos, y aplicar lo aprendido es un factor primordial.
CONOCER AL ENEMIGO.
Obviamente, para saber lo que criticamos, lo que odiamos o contra lo que luchamos, estamos obligados a conocerlo.
Si nuestra postura es crítica con el fascismo y el nazismo, tendremos que haber estudiado cual fue el papel de estos en la historia y de sus líderes. Como están organizados en la actualidad, qué metas quieren alcanzar, etc.
Si nuestra postura es crítica con el capitalismo, nos vemos obligados a estudiar las diversas teorías sobre liberalismo económico, informarnos sobre economistas que defienden dicho sistema, etc.
DIFUSIÓN.
Con todo esto, nuestra labor es difundir nuestro mensaje basado en una fuerte formación previa dando acceso de la misma a la población, así como formar desde el inicio a los militantes en diferentes ámbitos dentro de los movimientos sociales.
Para ello, la utilización de medios digitales online, como puede ser una web o un blog nos es de gran utilidad. La información llegará a un mayor número de receptores y de manera más rápida que con medios convencionales (Fanzines, publicaciones).
2.POLITIZACIÓN DE LOS MOVIMIENTOS JUVENILES:
Resulta clave enfocar parte de nuestras fuerzas en la politización de los movimientos juveniles así como de las diferentes culturas urbanas que existen.
Por lo general, en el Estado Español, la juventud ligada a diferentes culturas (Skinhead, Punk, Hip Hop, etc) son las más cercanas a mensajes revolucionarios. Por tanto, nuestra obligación es perseguir cualquier actitud que ensucie el carácter revolucionario y antifascistas de estas culturas y, como no puede ser de otra forma, politizarlas hasta su mayor grado. (Esto no quiere decir dotarlas de una corriente política determinada dentro del antifascismo, si no que estas culturas se sientan participes de los movimientos sociales y denuncien públicamente cualquier actitud facciosa o ambigua dentro de cada escena determinada).
3. PARTICIPACIÓN EN FRENTES DE MASAS:
Otro de los pilares básicos para todo revolucionario. Participar en diversos frentes que respondan a un trabajo de base real y que lleguen al máximo de gente posible.
COORDINADORAS ANTIFASCISTAS.
La participación de los colectivos en las coordinadoras antifascistas es algo primordial. Acercar a cada barrio el antifascismo, y al antifascismo la realidad de los barrios para así realizar un trabajo efectivo, realista y coherente.
Coordinarnos con otros colectivos, partidos políticos revolucionarios o sindicatos es algo que ha de ir intrínseco en cada colectivo de estas características. Acercar posiciones, aunar fuerzas y hacer frente al enemigo común planteando nuestras propuestas de igualdad y libertad.
MOVIMIENTOS ESTUDIANTILES.
La gran mayoría de los colectivos cuentan entre sus filas con estudiantes en potencia que sufren día a día las normativas desigualitarias del sistema educativo. En la actualidad, con el Plan Bolonia, más si cabe.
Por ello, la unión de los estudiantes en un frente estudiantil coherente, revolucionario y al margen de sindicatos vendidos es algo que dota de fuerza al estudiante, y le da un respaldo importante de cara a sus reclamaciones.
Es más, los estudiantes siempre han sido caracterizados por ser parte fundamental de los movimientos sociales y revolucionarios. Acceden a la cultura, y esto, les hace estar cultivados y más preparados de cara a manipulaciones externas.
Por otra parte, numerosos estudiantes se sitúan en posiciones de inconformismo ante el sistema económico y educativo imperante, pero no canalizan sus pequeñas luchas aisladas por su dignidad de una manera organizada. La creación de un Frente Estudiantil organizado, asegura dotar de mayor grado de voz y rebeldía a los estudiantes.
MOVILIZACIONES SINDICALES, APOYO AL TRABAJADOR.
La conciencia de clase ha de demostrarse en el trabajo diario de todo revolucionario. Nuestro apoyo al trabajador ha de ser algo fundamental para lograr un tejido social fuerte y aumentar la conciencia proletaria entre los trabajadores.
En la actual etapa de crisis económica, hemos de permanecer unidos ante la avalancha de despidos improcedentes y recortes salariales. Frente a los tijeretazos del gobierno y proyectando nuestras propuestas lo más fuerte posible.
Para ello, nuestra participación en manifestaciones contra la crisis, a favor de los derechos del trabajador, en huelgas, concentraciones, actos contra los sindicatos amarillos, etc. Dotará a nuestro movimiento de una conciencia obrera necesaria.
4.TRABAJO CONSTANTE; AGITACIÓN Y PROPAGANDA:
Para que nuestra labor muestre resultado, hemos de realizar un trabajo constante y continuo calle a calle.
En muchas ocasiones se olvida el “trabajo de campo” de realizar carteladas, buzoneos, mesas informativas… pero es uno de los más importantes a nivel local o de barrio.
Realizar diseños atractivos y directos para que el receptor los capte enseguida y realizar campañas unánimes en cuanto a propaganda son técnicas bastante útiles. Por ejemplo, si se plantea una campaña contra el tijeretazo del gobierno, es muy positivo combinar carteles, panfletos, pegatinas, pintadas, pancartas en puentes y demás basándonos en el mismo contexto para que los receptores asocien toda la propaganda al sentir común.
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