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viernes, 25 de diciembre de 2009

Bonitas palabras...

24 de Diciembre, la noche cae y la magia del consumismo se cierne sobre nuestras calles, sobre nuestros hogares. Frente al televisor, familias y familias devorando exquisitos platos y observando el momento más emocionante de la noche y es que, su majestad se dirige a los ciudadanos.

Bonitas palabras, pose campechana, de afecto, de cercanía. Suaves palabras silban en el viento contentando el oído de los auditores que prestan atención al balance del año.

Una vez más, el terrorismo y la crisis económica recaen con fuerza en la sobrecogedora escena. Crisis económica que usted no sufre, majestad. Bueno sí, es cierto, en vez de comprar un pavo de un millón de pesetas lo ha comprado de novecientas mil.

Terrorismo. Acusaciones de terrorismo que recaen en jóvenes independentistas vascos, acusaciones de terrorismo que caen en jóvenes anticapitalistas y antifascistas día tras día en cualquier lugar del Estado Español, ese al cual tal personaje se dirige.

Sabrá usted, Don Juan Carlos, el angustia y la desesperación de las familias de todos los detenidos y secuestrados por el Estado Español, por meras causas políticas.

Sabrá usted, Don Juan Carlos, el día a día de un parado, de un sin techo, de un inmigrante a los cuales ustedes llaman ilegales, etc.

Sabrá usted, Don Juan Carlos, el dolor de familias desintegradas por la guadaña capitalista que reduce a objeto la dignidad de cada persona.

Sabrá usted, Don Juan Carlos, la vida de familias mil-euristas (media en el Estado Español) que se encuentran con un aumento de impuestos desmesurado, una situación de paro exagerado y una represión espeluznante.

No, Don Juan Carlos, usted no sabe nada de eso. Usted no ve más allá de un palacio y sus sirvientes, de una boda o de su sucesión.

Si usted llama a la solidaridad, a la igualdad, etc. Revise en que sistema económico, político y social está encuadrado, porque quizás, si sus palabras fuesen sinceras, se daría cuenta que estaba equivocado.